2019 Febrero, con José, misionero de La Pampa, visitando las familias y comunidades educativas de Sa
Este mes de febrero pudimos compartir unos 10 días con José Córdoba, un amigo misionero que llegó de La Pampa. A él lo conocimos en un retiro de principios del 2015, y la amistad que fue creciendo con varias personas de las escuelas hizo posible que José fuese a misionar a Suncho Corral en varias ocasiones.
Con una actitud de entrega y generosidad destacables, fue juntando sus pesos durante el año para poder llegar hasta Santiago del Estero. Este año lo hospedamos en la casa de Betiana y Raulito, donde estuvo viviendo con Edu y, con el sostén de la fundación, pudo visitar con su Virgencita y con la Palabra a muchas familias de los alrededores de Suncho Corral. También nos acompañó a alguna de las escuelas (donde además ayudó en la limpieza de los terrenos) o a reunirnos con algunos docentes, y en especial compartió junto a Raulito y a Edu con su alegre espíritu, su profunda religiosidad, su actitud de servicio… un misionero de alma.
Todos los días visitó a varias familias, a enfermos que estaban solos llevándoles un mensaje de esperanza.
El agradeció que le permitamos vivir en la casa y comer todos los días con nosotros, pero en realidad los agradecidos somos nosotros y toda la gente que lo recibió con mucha alegría, a pesar de las dificultades que viven día a día.
La presencia de José, nuestro amigo misionero, fue un regalo de Dios para todos.